Demencias y risoterapia
El deterioro cognitivo, como es sabido, supone la pérdida de funciones intelectivas, específicamente en memoria, atención y velocidad de procesamiento de la información, que se produce con el envejecimiento normal.
Las demencias son el resultado de una enfermedad cerebral crónica, que interfiere en la vida diaria.
Según ha sido definida, las demencias consisten en…”el deterioro global de las funciones intelectuales superiores, cómo son: el lenguaje, la memoria, la capacidad para enfrentarse a las actividades de la vida cotidiana y para ejecutar gestos y actos de la vida diaria manteniendo al mismo tiempo un comportamiento social adecuado a las circunstancias que demuestre el control de las reacciones emocionales»
En la mayoría de los casos, es una enfermedad irreversible y progresiva.
El deterioro de nuestro cerebro depende tanto de factores fisiológicos como ambientales y está sujeto a una gran variabilidad interindividual.
La mente es una estructura sumamente complicada que desarrolla un trabajo tan complejo que no podemos entender y se expresa con una paradoja:
si la mente fuera tan sencilla como para que la pudiéramos entender, entonces no podríamos ser tan listos como para comprenderla
Cuando la ciencia avanzó, lo que permitió fue mejorar la expectativa de vida y añadir años a ésta. Y entonces, comenzaron a manifestarse enfermedades propias del envejecimiento y del progreso, que estaban latentes o eran poco prevalentes, o se desconocía hasta la segunda mitad del siglo XX.
Las actividades cognitivas son una herramienta para el ejercicio mental de personas con deterioro cognitivo, pero a modo de entretenimiento, y buscando un efecto positivo/lúdico.
¿Qué es la enfermedad del alzheimer?
Es una de las formas más comunes de demencia en los países industrializados, y su incidencia está aumentando con el envejecimiento de la población.
Hay diferentes tipos y las causas, aunque se han propuesto diversos orígenes posibles, todavía no se conoce con precisión. Así se han considerado factores de tipo: genético, inflamatorio, viral, ambiental y cultural. El deterioro funcional del cerebro estará determinado por la acción de tres procesos principales: La formación de una sustancia que se deposita en el cerebro (amiloide), la reducción de la producción de sustancias cerebrales denominadas “neurotransmisores” y la pérdida de neuronas (células nerviosas).
Lo que nos interesa aquí es que durante las diferentes fases de la enfermedad (de leve, a moderada y luego ya estaría la grave), se puede trabajar con las personas que padecen de alzheimer, buscando estimular, por diferentes métodos, las funciones intelectuales del enfermo, que son:
- Terapia de memoria
- Terapia ocupacional
- Musicoterapia, psicomotricidad, etc.
Éstas opciones comparten el objetivo común de facilitar la comunicación. Y es que resulta, que la sonrisa es una de las últimas manifestaciones en desaparecer. De ahí la importancia de realizar con ellos talleres cómo los que realizamos nosotros para residencias de la tercera edad.
¡Las palabras no son el único medio de comunicación!
Talleres de memoria
Para comprender cómo afecta la enfermedad a la memoria, hay que entender que la memoria no es un concepto único y que existen distintos tipos de memoria. La primera gran clasificación es la que distingue entre la memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo.
La memoria a corto plazo es aquella capacidad que permite retener información por un periodo de tiempo muy corto, inferior, en el mejor de los casos, a un minuto. Aquí se ubica la memoria inmediata, que es la que nos permite retener información muy brevemente, como por ejemplo un número de teléfono que vamos a marcar o una dirección hasta que la anotamos en un papel. Otra forma de memoria a corto plazo es la memoria de trabajo, que nos sirve para retener unos datos durante el tiempo necesario y manipularlos para, por ejemplo, resolver un problema de cálculo.
La memoria a largo plazo también puede dividirse en dos tipos.
En primer lugar, la memoria no declarativa o implícita, que normalmente no es accesible de forma consciente. Una de sus formas es la memoria procedimental, que nos sirve para llevar a cabo acciones secuenciadas y automatizadas, como ir en bicicleta. También es implícita la memoria condicionada, que relaciona estímulos y reacciones, como el malestar que sentimos al oler un alimento que un día nos sentó mal. Estas formas de memoria son muy resistentes a la evolución de la enfermedad.
La memoria declarativa o explícita es la que incluye la memoria semántica, que contiene, por ejemplo, los conocimientos adquiridos a lo largo de nuestra vida y el vocabulario, el significado de las palabras. Ciertos problemas de lenguaje que aparecen con la evolución de la enfermedad, tienen que ver con la alteración de esta forma de memoria. La otra forma de memoria declarativa es la memoria episódica, que nos sirve para recordar los hechos que hemos vivido, tanto si son recientes como lejanos en el tiempo.
Talleres cognitivos para la tercera edad
Los ejercicios cognitivos, recordar canciones, poemas, adivinanzas, refranes etc… son vitaminas para nuestra memoria.